jueves, 13 de marzo de 2014

Resumen conspiranoico.

     Lo que me hace gracia es que a los líderes de izquierdas (políticos u opinión)  se les llene la boca desacreditando las especulaciones "conspiranoicas" sobre el antentado del 11-M. Hasta hoy no me he dado cuenta de que hay un fondo de nerviosismo en esa aceptación del cierre judicial del asunto. Vaya por delante que la gran cagada la cometió Äznar, al no abrir el asunto, y compartirlo con los otros líderes. Al parecer Zapatero se lo ofreció, y se lo aconsejaron tanto Rato como Rajoy. Pero él no, erre que erre, vio alli la gran ocasión de reafirmar la mayoría absoluta que se le escapaba. Y por eso la mala leche que tiene desde entonces... porque se dio cuenta  de que se la habían colado doblada.

   Porque alguien le hizo creer (¿de forma deliberada?) que el atentado lo cometió la ETA. Hay un dato que no he vuelto a ver reflejado, pero que recuerdo leerlo, u oírlo, entonces: el olor. Al parecer el explosivo que usa ETA habitualmente deja un olor característico, y los primeros informes verbales señalaron la presencia de ese olor en los trenes atentados. Luego ese dato se difuminó... ¿quien lo dijo?.

    Luego hay datos objetivos, como que como atentado de Al-Qaeda es muy atípico; que se tratabo poco menos que de un grupo de chorizos, de los que la mitad eran confidentes de la policía...

    Algunos señalan el nefasto papel de Dezcallar, que dicen que fue de los que negó hasta el último momento que hubiera sido un atentado islamista...¡El jefe del CNI; no me digan que no es para cagarse!

    Así que el modelo (sí, modelo) "conspiranoico" surge por sí solo: Alguien o alguienes vieron la ocasión de hacer que Aznar la cagase del todo. Aznar picó el anzuelo y se lanzó a fondo con la interpretación etarra. Luego liaron una movilización callejera contra el PP, y estos se quedan bloqueados porque estaban en la situación del que acaba de sufrir un tocomocho: lo han engañado por pasarse de listo, y por eso no puede quejarse, ni  poner denuncia alguna .

   Y finalmente la gran cuestión de este conjunto de "cosas raras" : qui prodest.

  Así que no es  raro que a los sociatas, o a algunos de ellos, el  asunto les ponga un poco nerviosos. No podemos señalar a Zapatero, porque dio señales en su momento de qué sabía la verdad, e hizo por que le llegase a Aznar (lo cuenta el propio Pedro Jota, con el que sí habló)... Pero en un partido tan grande, donde, como ellos muy bien saben, muchos están más por "odio al rival" que por amor a su ideología, no es raro que se cuele mucha gente dispuesta "a lo que sea".

    Cuentan que a Dezcallar le dedicaron una gran ovación cuando se fue del CNI, poco después. ¿Por lo bien que lo acababa de hacer?

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