No seré yo quien la lamente, y aunque no acabo de simpatizar con las posiciones feministas radicales, entre otras cosas por lo que tienen de manipulador de la realidad, aunque por otra parte entienda las "razones militares" de ello, sí que comparto la antipatía por el prototipo (¿o arquetipo?) del macho satisfecho y prepotente.
Dicho lo cual el asunto tiene algunos aspectos muy interesantes, de los que vamos a tratar aquí. Lo de (1) va porque volveré sobre el tema.
Hace poco asistí a un seminario de una eminente psicóloga de familia, cuyo mensaje central iba sobre este tema. Dejando aparte el matiz de género, ella lo lamentaba desde el punto de vista parental.Es decir, la pérdida que se está produciendo de la figura paterna, del padre masculino, y este sí que es un auténtico arquetipo, y de la relación entre esa pérdida y algunos de los problemas de la sociedad actual. Ella lo enfocaba como un problema técnico en las terapias, concluyendo la pertinencia de rescatar y valorizar, a toda costa, esa figura, por la importancia psicológica que tiene para todas las personas, sean mujer u hombre. Por mala que haya sido la relación con él, hay que rescatar su figura como sea. Sobre ello va la película "Nebraska"
Y no es que ello vaya en detrimento del papel de la mujer. Repasemos brevemente esos roles arquetípicos. La madre es nuestro camino a la vida, el símbolo de la misma, y psicológicamente es la persona que mas nos va a querer a lo largo de ella, y la que por tanto nos enseña a querer. El padre es la cabeza de la institución familiar, el símbolo de la ley y la norma. La madre es quien nos enseña a decir Sí. El padre es quien nos enseña a decir No.
Problemas con la figura paterna nos llevan a tener problemas con las normas, con autocontrol, con las figuras de autoridad, y con la responsabilidad. Tener un déficit de esa figura es tener problemas con todo ello ¿Les suena? ¡Claro! Es la fuente de muchos problemas en mucha gente, la versión más suave y corriente de los cuales es la de no saber decir que no.
Dicho sea de paso, tener problemas con la madre es tenerlos con nuestra inserción misma en la vida; mucho más graves y devastadores.Y mucho menos frecuentes.
Volveremos sobre todo ello, tenedlo por seguro. Pero quiero terminar constatando que este fenómeno es mucho más profundo y más antiguo de lo que pudiésemos pensar. La propia psicóloga quedó sorprendida cuando le señalé que Gaudí, sí, Gaudí, nuestro más eminente arquitecto, ya fue un adelantado del tema cuando en su formidable basílica dedicada a la Sagrada Familia, ¡SAGRADA FAMILIA! no hay ninguna torre dedicada a San José.
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