lunes, 24 de marzo de 2014

SUAREZ, la soledad del líder


Es obligado el homenaje

Dos imágenes por dos mil palabras. Vamos con la primera:


    Nuestras identidades, también las colectivas, se configuran en la relación. Nos guste o no nos guste, uno de los componentes del sentimiento de nosotros mismos,de nuestra identidad, es lo que de nosotros se dice. También ocurre con las identidades colectivas, como la española, y por eso nos afecta tanto lo que se diga en el extranjero de los Españoles. Y por eso subimos inmediatamente a los altares al compadre que consigue salir en la prensa mundial: como los  artistas y deportistas de élite. Y por eso esta portada de TIME. Sea ese el  primer homenaje.

    Y vamos con la segunda:  Como antítesis (incluso hegeliana) a la imagen del líder macho-alfa, despótico y arbitrario, muy querida de cierta progresía adolescente, me gusta proponer el líder tipo presidente de comunidad. El pobre compadre con más responsabilidad que poder etológico, que asume una responsabilidad porque "toca" y porque nadie quiere tomarla. En aquella época yo me enteraba de poco.. (aún menos que ahora), pero me llegó el acoso a Suarez de los propios suyos, y su soledad en los últimos meses de su mandato. Especialmente cuando se reflejaba en imágenes impresionantes, como la que va a continuación. Poco antes de su dimisión recuerdo una portada de El País con una foto como esa (debieron hacerse muchas, porque la circunstancia no era rara): Suarez solo en la bancada del gobierno. ¡Qué imagen!  ¡Qué melancolía!. Vedla:





    Va contra el talante de este blog los planteamientos tipo "buenos y malos". En los comentarios que estoy oyendo se tiende a darles el papel de "malos" a sus compañeros de partido, que le abandonaron, cuando no le traicionaron directamente. Errores de cálculo de señores feudales de la política, que defenestraron al líder cuando creyeron que podían capitalizar el éxito de UCD a sus propios reinos taifas. Posiblemente algo de eso hubo. Pero en ese sentido me gusta el comentario  de Ignacio Camacho: en aquella época había una sensación de que la situación se iba de las manos; el crimen de Atocha; el ruido de sables, los atentados de ETA, y la galopante inflación. Suarez fue el líder providencial que, entre otras cosas con unos grandes empuje  y encanto personal, consiguió hacer el Tetris de la transición. De aquella transición han destacado los comentaristas el papel de líderes colaterales que sintonizaron con aquel trabajo; por ejemplo Terradellas y Garicoechea (encantador cuando, tras una noche negociando los dos solos, por la mañana le pide a Suarez una camisa limpia ) entre los nacionalistas, y muy  especialmente el de Carrillo, que con enorme costo político, sujetó la calle en aquellos momentos tan delicados,como por ejemplo en el funeral de los abogados de Atocha.

                Yo era estudiante en aquella época y recuerdo perfectamente que el partido
          comunista era el  puto amo de la calle. Sus manifestaciones,cuando todavía 
          eran ilegales, se producían a diario en las ciudades españolas, y juntaban 
          fácilmente decenas de miles de asistentes.... Y de pronto un día, en plena transición, cesaron.

   Mi moraleja: los españoles también somos capaces de ser sabios y responsables cuando las circunstancias lo requieren. Al menos a veces. Lo digo porque conozco bien ese peculiar sentimiento autodestructivo, o autocrítico, que compartimos (también con los Catalanes). En ciertas ocasiones lo sorprendente no solo es el líder individual que surge en el momento adecuado, sino los compadres de su entorno que le dejan hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario