(renovat)
Le ha estrevistado Carlos Herrera esta mañana en la Radio y nos ha dejado a todos, incluído al propio entrevistador, bastante enamorados. Un hombre cabal, tranquilo y con una visión global de la situación muy bien trabada y muy documentada. Intelectualmente un auténtido crack. Lo que mas se ha destacado en los medios es su denuncia de que los líderes secesionistas están tergiversando la realidad al manifestar "su convicción" de que Cataluña no tendrá que salir de Europa si se proclama independiente. Menos comentado ha sido su constatación de que hay indpendentistas que asumen perfectamente ese hecho, pero que están dispuestos a afrontar ese sacrificio con tal de conseguir su anhelada indpendencia. "Y esa es una posición que yo respeto", ha dicho. Añadiendo que, contra los sentimientos no valen los argumentos de la razón.... ¡Pues claro! ¡Ese es un hecho que a los dolidos españolitos al parecer nos cuesta un poco entender!
Eso si, ha lamentado que a muchos otros catalanes, que tal vez no están por ese sacrificio, se les esté escamoteando la realidad. Y de nuevo pienso en la ausencia de iniciativas que intenten solventar este problema por la via de los sentimientos positivos. Me sigue haciendo gracia que se pretenda convencer a los catalanes de que permanezcan en España por motivos económicos. Borrell lo ha señalado. Alli se ha instalado la sensación de que desde aquí solo les llegan amenazas y menosprecios. Y lo que me jode es que tienen razón (1).
Una vez más me reafirmo en mi proposición. ¿No hay cien mil españoles dispuestos ha hacer un par de cadenas humanas? Siquiera desde Benicarló hasta San Carles de la Rápita, o desde Fraga a Lleida. ¡Eso sí sería un gesto positivo hacia los catalanes, y hacia nosotros mismos los españoles.
Pero de momento nos puede más emplear el cabreo. Muy humano... i molt espanyol.
Pero Borrell ha hablado de muchas otras cosas (o sea, continuará).
(1) Pequeña concesión a "los míos": Si, ya sé que por parte de ellos el discurso no es mucho mejor... o incluso directamente peor. Recuerdo hablar con mi amigo Jordi el impacto que me suponía una pintada "Puta España" que estuvo durante años, si, años, en una pared delante de la cual pasaba a diario. Sus chistecitos, sus "vosaltres feixistes sou els terroristes", sus constataciones, o insinuaciones, constantes de lo listos y refinados que son frente a esos bestias cavernícolas de españoles (Sánchez Piñol, sin ir más lejos)... pues tampoco es como para hacer amigos... Pero a mí todo eso ME DA IGUAL. Me traen sin cuidado las gilipolleces "de ellos" ¡Peor pa' ellos!. Las gilipolleces que me duelen son las de los míos
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