jueves, 13 de febrero de 2014

South-gar man.


     "Searching for Sugar Man"

(con un par de correcciones...)

     Una película-reportaje verdaderamente conmovedora. Uno no deja de preguntarse si es verdad lo que se cuenta, aunque el formato de reportaje no deja muchas dudas, y si los productores no lo habrán arreglado un poco. Por lo demás abunda la información en internet, incluido Wikipedia. Es más: en el pasado mes de Julio  dio un recital en Barcelona, ¡y se vendieron todas las entradas! (parece ser que no fue demasiado bueno, el hombre ya no estaba para trotes, y llevaba cuarenta años sin tocar, pero la peña se lo perdonó de muy buena gana. ¡Un mito es un mito!)

     Lo único que omite la película es el episodio de Australia, algo parecido a lo de Suráfrica, pero diez años antes de lo que se cuenta en la película. Es una omisión que el escandinavo director justifica con eficacia: la película no es tanto sobre un personaje, como sobre una búsqueda de ese personaje... y en ese sentido el relato es razonablemente veraz.  En todo caso parece que es verdad que el hombre vive humildemente en los suburbios de Detroit, ciudad cuya grandiosa y melancólica decadencia ciertamente le pega al personaje.

     Y es totalmente eficaz en plantear la paradoja de un artista que alcanza un éxito total en lejanos países del mundo, mientras que en su propia tierra es prácticamente un desconocido. En Australia y en Suráfrica. Le falta ponerse de moda en Argentina o Chile, y sería un auténtico "South-gar man".

   Y una anécdota sobre la película: cuando una de las hijas cuenta  que las llevaba a ver los famosos murales,  restos de la pretérita prosperidad de la ciudad,  de SAN Diego Ribera. Los huesos del viejo artista archicomunista se debieron remover en su tumba.

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