Hoy Jose María Fidalgo ha estado formidable en su tertulia
de Onda Cero. Me sumo a la pléyade de sus seguidores, incluido aquellos a los
que nos gustaría verle asumir mayores responsabilidades políticas. Aunque
probablemente parte de su sabiduría consista en saber hasta dónde puede llegar.
Como digo ha estado magnífico en dos de los debates
periodísticos del día:
·
La clonación de células madre.
·
El empeoramiento de la crisis económica, que
empieza a alcanzar, con el secreto regocijo de algunos de nosotros, para qué
negarlo, al norte de Europa.
Sobre la clonación ha empezado asumiendo el discurso
intelectual al uso sobre la bondad del progreso
científico, imparable pese a las reservas éticas o ideológicas de los
sectores sociales más conservadores, PERO
que los propios científicos saben (y él puede decirlo con total
legitimidad) que cada vez que corren una cortina es para encontrarse con tres
cortinas más. Lo cual viene al pelo con
la otra intervención…
Sobre la Crisis económica citó a un economista austríaco de hará
una decena de años al que le dieron el premio Nobel, y que en el discurso advirtió
del peligro que supone el que a ciertos intelectuales se les haga demasiado
caso, incluso cuando hablan de cosas de las que en realidad no tienen ni idea.
Esto por cierto que es un viejo problema de la humanidad,
abordado en textos tan venerables y dispares como son La apología de Sócrates,
y la mismísima Biblia, en el mito del pecado original. Sobre el segundo ya he
hablado en otra entrada, pero en cualquier caso volveré sobre ambos temas, lo
juro.
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