“Contra España vivíamos mejor”
Casi no puedo creer que el asunto de la secesión se esté desinflando porque Cataluña se quedaría fuera de Europa. Ahí es donde uno se ve tentado a no tomarse demasiado en serio toda la historia. Y sin embargo me la tomo en serio.
De nuevo me voy a la interpretación psicológica. Vamos a los hechos: sencillamente yo creo que los catalanes sí se sienten poco o mucho, pero algo españoles. Por supuesto que acepto la legitimidad de los que, porque ese algo sea muy pequeño, o por lo que sea, quieran desvincularse del estado español. Pero también reclamo la legitimidad de argumentar lo contrario, que Cataluña forma parte cabal de España, y ya puestos señalar lo que, en mi opinión, podría haber de demagógico y manipulativo en esta iniciativa.
Ya he hablado de la historia económica. Quiero abundar ahora en otros factores psicológicos que podrían estar influyendo en esta movida. Por un lado la agresividad que genera la frustración de los tiempos que corren. Ahí nos vamos al “modelo de la rata pringada” que ya hemos mencionado en otra entrada. En ese sentido España es una buena candidata para receptora de agresividad; somos un país que cunde en ese sentido. País brutal y desdichado, machista, devastador imperialista, torturadores de animales, y en el que, al parece, ganaron la guerra los que no tocaba. Cunde y es fácil meterse con España. (Esa es una catarsis que los españoles tenemos por resolver: volveré sobre el tema)
Y además, y quizá sobre todo, de “el malestar” general con el hecho cultural que afecta a toda persona civilizada (1), el alimento psicológio del creciente sentimiento antisistema.
Una de las cosas que debemos a los catalanes es una estirpe de excelentes humoristas. Apelando al vuestro sentido del humor y del cachodeo, que conozco muy bien, y que me parece una de vuestras mejores cualidades, esgrimo un último argumento contra la secesión: el de que una vez consumada, os veáis parafraseando a uno de vuestros hijos más brillantes con el lamento de que “contra Espanya vivíem millor”(2).
(1) Sigmund Freud: “El malestar en la cultura”. Para mí una de sus obras maestras.
(2) Manuel Vázquez Montalbán, que con su conocida frase sobre Franco dio uno de los mejores y más sutiles matices de la transición política española.
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