Es divertido como se les llena la boca a muchos comentaristas, sobre todo los de izquierdas aunque no sólo, con la "caída" de votantes del PP, equiparándola con la sufrida por el PSOE. Ahora mismo, el temperamental Calleja en onda cero, por ejemplo. Y metiéndose con el presidente por estar "tan tranquilo" con ese resultado
¡Como si fuera lo mismo!
Vamos a ver: con la que está cayendo, estando en el gobierno desde hace dos años, tomando medidas restrictivas a todo pasto, sufriendo el machaque de la oposición y de todo el "fondo de armario antisistema" de todo cuerpo social, lo lógico, lo que ha pasado en toda Europa, es que el el partido en el poder directamente perdiera las elecciones, y que buena parte del electorado indeciso (digamos la clase media-media-indecisa) se fuese a la oposición, siquiera coyunturalmente. Y ese voto del cabreo, de castigo que le dicen, lo lógico es que una mayor parte fuese al "principal partido de la oposición".
Por tanto, que el PP haya perdido un montón de votos es lo mínimo que era de esperar. Pero que a pesar de todo siga siendo el partido más votado, pues la verdad, es como para que estén bastante tranquilos, como el presidente,o incluso contentos, como no lo podía disimular Soraya, cuando salió a cantar los resultados. Increible: ¡como en Alemania!. Si no pierden la comba, incluso pueden aspirar a la mayoría absoluta en las próximas generales.
En cuanto al PSOE, dedicaré unas cuantas entradas al tema próximamente, pero como adelanto: Primero hay que inscribirlo en una Horas bajas globales de toda la izquierda. Yo creo que ese fenómeno irá a más, con algún fogonazo de algún líder carismático, inscribiéndose en un fenómeno social ya conocido en USA, el antiintelectualismo.
Y otro adelanto. Creo que el PSOE ha vivido hasta ahora del recuerdo de Franco, constantemente denostado por una progresía entusiasta. Ya he dicho, y volveremos sobre el tema, que Vazquez Montalbán, como buen poeta, no fue del todo consciente de la genial sobriedad de su diagnóstico "Contra Franco vivíamos mejor".
Y por eso me atreví a sugerir si la metida de pata de Cañete fue en realidad un cebo, al que Valenciano y Rubalcaba se tiraron como locos, para castigarnos los oídos con una dosis triple de panfleteo mitinero de ínfima calidad intelectual (precisamente).
En cuanto a la presunta crisis del bipartidismo, creo que hay una parte coyuntural, y una parte sanamente sistémica. También volveré, pero de momento me remito a mi propia publicación (página; la dinámica ecológica de los partidos políticos). Por una parte hay un auge coyuntural de partidos "oportunistas", que será efímera, y por otra una necesidad real de una mayor sofisticación (especialización) de la oferta política (radicales, liberales...)
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