¡Con qué facilidad se dan ambas en las mismas personas!.
Ahora con el mundial..¡que gozosa manifestación positiva!. Confieso que he seguido los partidos con ansiedad, y el último (al que como muchos de nosotros llegué bastante asustado "Estos cabrones nos van a eliminar") lo viví en una auténtica locura de exaltación colectiva. Luego las manifestaciones en la calle llegan a parecerme hasta excesivas... si no fuera porque las comprendo perfectamente: el personal tiene pocas ocasiones, últimamente, de expresar positivamente esta nuestra entrañable y maltrecha identidad española.
Meintriga cómo viven los catalanes todo esto. Me refiero a los catalanes-catalanes. En las conmemoraciones y celebraciones de todos estos éxitos, he encontrado una significativa ausencia de alusiones al Barça, y a Guardiola. No creo que haya muchas dudas que una buena parte del éxito de esta selección se deba a la aportación de los jugadores barcelonistas; basta con mirar las fechas. Tampoco creo que haya una animadversión fundamental contra el Barça como tal, ni contra Guardiola, para los que las alabanzas continuas y sinceras son moneda corriente entre todos los verdaderos aficionados al fútbol. Incluídos los madrilistas, entre los que suelen surgir en sus habituales discursos autocríticos ¡tan españoles, por cierto!
¿Entonces?
Me pregunto si ese silenciamiento no es la respuesta a la famosa pitada (véase mi anterior entrada). Los españoles nos comimos ese doloroso episodio (si, doloroso) en general con una discrecion bastante estoica. (Salvo en los medios radicales conservadores, que, como casi todo el mundo, sí casi todo el mundo, no tengo en cuenta). Pero claro, la procesión siguió por dentro... y tiende a manifestarse.
Me intriga comodeben vivir estos conflictos los catalanes de la selección: el gran Xavi, Puyol, y sobre todo Cesc.
Sutilidades psicopatológicas aparte, Yo felicito de todo corazón a esta selección. Me parece maravilloso y formidable que esto haya ocurrido en medio de esta crisis (que por cierto los españoles estamos llevando, en general, con sorprendente y sabia resignación). Felicito a todos sus jugadores, y a su entrenador. Me parece cojonudo que el rey le haya dado un título nobiliario, porque además, Del Bosque, es realmente "un señor".
Y por mi parte, extiendo mi felicitación, en la medida que le toca, también a Guardiola (aunque a lo mejor a él no le guste mucho) .
Y para acabar, una muestra de cómo la cultura popular plasma todo esto en una de las imágenes que estos días han circulado espontáneamente por intenet:
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