Tras varios meses de aventuras blogueras, y de comprobar que hay un pequeño grupo de lectores que sigue mis ocurrencias, creo que puedo dirigirme a ellos (vosotros) con una cierta familiaridad. Ya lo sé: mal comienzo para una entrada; tranquilos no voy a abusar de esa confianza. Pero llevo unas cuantas horas hecho polvo por un percance que sufrí ayer, y me apetece lloriquear en el hombro colectivo de ese anónimo grupo de amigos. Aparte de eso, la historia tiene cierta gracia y bastante moraleja.
Ayer dia 23/03/2012, sobre las 22.30, llamé a un SERVICIO DE REPARACIONES URGENTES por un apagón que se produjo en mi escalera (soy el presidente de la comunidad). El operario tardó unos 20 minutos en llegar. Lo llevamos el conserje y yo a los lóbregos sótanos donde están los contadores, caldera de calefacción y otros órganos del edificio. Con seria eficacia el nota abrió el cuadro de diferenciales y detectó enseguida la avería: un cable suelto, que él mismo comprobó al ajustarlo y ver que volvía la luz. Sin embargo cambió la pieza entera (un diferencial con temporizador) porque decía que estaba en mal estado. Se iba a llevar la vieja pero ahí sí le dije que la dejara. Había estado como mucho media hora. Le digo que si le puedo pagar con talón y me dice que no, pero sí con tarjeta. Con gran tranquilidad se pone a rellenar una compleja factura (tamaño DIN A4), que me pasa. Yo estoy sin gafas, y un poco nervioso porque me temía lo peor lo peor: que la broma costase 200 o 300 €. Le pido al conserje que lo lea ¡¡y me dice que la factura es de 617 €!! Son de esas cosas que te las tienen que repetir, porque crees que o has oído mal, o han leído mal.
Creo que a partir de ahí entré en estado de shock, porque es inexplicable mi pasividad en los momentos siguientes. Me suele ocurrir que frente a los disgustos gordos e inesperados paso por un periodo de bloqueo casi total. Ya había cometido el error de no pedir presupuesto en el momento de contratar el servicio, y luego al mismo operario. Cometo el segundo error de pagar (con tarjeta; a las 23.20). Y a continuación remato la faena con una tercera y me temo que definitiva cagada firmando la factura que me tiende el menda, diciéndome “firme aquí”; firmé. Lo mismo podía haber firmado una autorización para que me desollaran vivo. Estaba sin gafas y firmé donde me señaló sin leer. Resultó que era un conspicuo recuadro tal que:
CONFORME … El Cliente …
PRESUPUESTO RECIBIDO ANTES DE
LA REALIZACIÓN DE LOS TRABAJOS.
¡Para cagarse! ¿Sabéis esos momentos en que a uno se lo llevan un batallón demonios para pasearlo por todos los foros cósmicos del ridículo y de la autocompasión? (Sensación inigualable reservada a los depresivos)
Una hora después reaccioné y llamé a la empresa; les largué un discurso lleno de desolada decisión, en el que sonaron palabras como “reclamación” “oficina de consumo” e incluso “demanda”. La operaria me atendió con amable profesionalidad (ya debe estar muy hecha a esas situaciones): me escuchó y me toreó no cerrando totalmente la puerta a una rectificación "A veces se producen errores...” (¡que me lo digan a mi!) “ tomo nota ... examinaremos su caso ... el lunes nos ponemos en contacto con Vd".
Me temo que tras tan brillante actuación tenga pocas posibilidades de llevar a cabo una reclamación efectiva. De momento he contado la historia en la O.C.U. ¡mira por donde va a resultar de utilidad ser socio!. Por otra parte a lo mejor es verdad que se cobran esas tarifas; es lo que me dijo el operario: "y nosotros somos de los más baratos". Ese es un primer asesoramiento que algún alma caritativa puede darme: ¿Son normales esas tarifas en los servicios de emergencia?. De no ser así no sé si hay opciones operativas de conseguir una rectificación. Puedo agarrarme a que firmé sin saber lo que firmaba, que es verdad, y a que no es verdad que me dieran un presupuesto previo (¡ojalá!). Eso y una curiosa irregularidad: en la factura puso la fecha del día siguiente: el 24. Pero claro… ¡si no hubiera firmado el maldito recuadro!
Y otra cosa: me quedé la pieza vieja, que son 140€ de la factura.
P.D. Encuentro una página web, de la O.C.U. precisamente, en la que avisan de en efecto en las reparaciones urgentes se pasan un montón, y que se lleve mucho cuidado. La página es:
http://www.ocu.org/prestaciones-de-servicios/reparaciones-urgentes-precios-abusivos-s480404.htm
He aquí algunos de los consejos que dan:
• Apuntarse en el móvil los teléfonos de cerrajeros, fontaneros y electricistas de la zona, de este modo no se tendrá que pagar gastos de desplazamiento.
• Llamar siempre a más de un profesional. Las tarifas son libres y pueden variar mucho de uno a otro. Se pueden obtener ahorros superiores al 30%.
• Solicitar presupuesto previo y, en su defecto, exigir los costes de mano de obra y de desplazamiento; así como lo que le cobrarán en caso de rechazar el presupuesto.
• Cuando el técnico llegue a casa, pedir que confirme las tarifas. Es obligatorio tenerlas por escrito.
• Si han realizado la reparación sin presupuesto y es abusivo, no firmar el presupuesto y exigir una copia de la factura antes de pagar.
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