martes, 6 de marzo de 2012

HOMENAJE AL DR. FRANK PITTMAN III

   Yo aconsejaría a  los escritores nobeles o faltos de inspiración que, si quieren una fuente de historias trepidantes, contadas con la mayor concisión, acudan a los textos de psicoterapia en general, y muy en particular los de Terapia Familiar Sistémica. Los relatos  con los que los Terapeutas Familiares nos ilustran de su experiencia son un descarnado retrato de la humanidad, en sus más íntimas miserias y en sus más estimulantes grandezas. Sin duda, un sorprendente panóptico de las insólitas circunstancias  a las que la gente hace frente en su vida. Y en ese sentido creo que uno de los mejores textos que se han escrito es el del Dr. Frank Pittman III: “Momentos decisivos”. (“Turning Points”), a quien quiero rendir homenaje en esta entrada.

    Estoy convencido, y no solo yo, de que se trata de uno de los mejores libros de terapia familiar que se han escrito.  Y quizá uno de los mejores libros, simplemente. Su humanidad y su fabuloso sentido del humor, lleno al mismo tiempo de ironía y ternura, hacen de su libro mi texto favorito, que no me canso de recomendar a mis alumnos y colaboradores.

   Sorprende de este libro, en medio de la gran cantidad de autores que alardean sin pudor  de  la finura de sus diagnósticos y de la habilidad de sus intervenciones terapéuticas, la humildad y el sentido del humor con la que nos retrata una y otra vez el desconcierto de un psicólogo de fuste que contempla con estupor la inagotable creatividad con  la que  la personas de este mundo se enfrentan a la vida. Es decir, es de los pocos que habla sistemáticamente de su errores y fracasos.... aunque eso sí, también de como, a pesar de ellos, la terapia sale adelante.

   Y no es que renuncie a sus méritos, que nos indica suavemente, aunque como ocurrencias halladas por casualidad. Espero que me perdonen si, como muestra, incluyo una versión de la carta con la que acaba su libro, y que ilustra de forma maravillosa el tesoro de historias insólitas y concisas al que me refería al principio. Esta es sin duda una de las mejores que he leído, una auténtica obra maestra del relato corto. Y también de la psicoterapia; el sueño dorado de cualquier psicólogo: la intervención exitosa en una sola sesión (se trata de la carta que le envió años después una paciente a la que había visto una sola vez):


Estimado Dr. Pittman,

  No creo que me recuerde porque solo nos vimos una vez, y me la pasé todo el rato en el suelo con la cara tapada. Mis padres eran aquella pareja que se tiraban panecillos, y luego se peleaban por ver quien los recogía.  Yo llevaba semanas sin abrir la boca, pero casi doy un salto de alegría cuando usted les dijo que dejaran que mi hermano se las apañara él solo al haber sido detenido tras su enésimo altercado. Mi madre se cabreó un montón. Y también se cabreó mi padre cuando Vd. le dijo que tenía que romper con su amante… o que la trajera en la próxima sesión.

   De vuelta a casa la bronca entre ellos fue fenomenal. Papá se fue de casa, y luego me fui yo.  El caso es que él después ha roto con su amiga, y quiere volver, pero mi madre ha encontrado trabajo y no quiere saber nada. Mi hermano salió de la cárcel y ahora tiene trabajo y novia. Yo vivo con mi pareja, y ya no oigo voces.

  Quería decirle que Vd. no nos ayudó nada, pero fue una persona honesta. 

Le deseo lo mejor.

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