miércoles, 26 de septiembre de 2018

Valls, alcalde de Barcelona

     Voy a mojarme haciendo alarde de mi identidad barcelonesa, una de las mas potentes de mi parlamento mental.

     Yo creo que, como mínimo, sacará un buen resultado. La verdad es que el criterio es la misma simpatía que me despierta el personaje, y la convicción de que soy representativo de la población barcelonesa.

     Claro que, esa simpatía puede ser espuria, sesgada por  mi historia personal, y entonces ser contraproducente como criterio de predicción. Las identidades, de naturaleza emocional, operan como las adicciones, y como tales distorsionan la percepción de la realidad.

       Lo más peculiar del menda este, que sea paisano pero de nacionalidad francesa, me parece un punto a su favor, porque los españoles, incluyendo en esto a los barceloneses, tendemos a desconfiar de paisanos y compatriotas. Y si además ha sido primer ministro de nuestra admirada y denostada Francia... ¡vamos, menudo puntazo de currículum!

     La misma excentricidad de la situación creo que es otro puntazo para el peculiar sentido del humor y chauviniso de los barceloneses.

     Ahí queda. Ya veremos.

2 comentarios:

  1. Creo que sacar buen resultado para un politico de su curriculum no es suficiente, cualquier cosa para él que no sea gobernar me parece que será un fracaso. Booooon dia

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    1. Tienes razón, pero ahora no se trata de su carrera sino de la sociología de la peña barcelonesa. Si saca un buen resultado, aunque no gobierne, a mi me seguirá pareciendo interesante. A lo mejor incluso toma su acta de concejal.

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