Voy a mojarme haciendo alarde de mi identidad barcelonesa, una de las mas potentes de mi parlamento mental.
Yo creo que, como mínimo, sacará un buen resultado. La verdad es que el criterio es la misma simpatía que me despierta el personaje, y la convicción de que soy representativo de la población barcelonesa.
Claro que, esa simpatía puede ser espuria, sesgada por mi historia personal, y entonces ser contraproducente como criterio de predicción. Las identidades, de naturaleza emocional, operan como las adicciones, y como tales distorsionan la percepción de la realidad.
Lo más peculiar del menda este, que sea paisano pero de nacionalidad francesa, me parece un punto a su favor, porque los españoles, incluyendo en esto a los barceloneses, tendemos a desconfiar de paisanos y compatriotas. Y si además ha sido primer ministro de nuestra admirada y denostada Francia... ¡vamos, menudo puntazo de currículum!
La misma excentricidad de la situación creo que es otro puntazo para el peculiar sentido del humor y chauviniso de los barceloneses.
Ahí queda. Ya veremos.
Blog de Paco Derqui: La infinita complejidad de la realidad es como un fractal muldimiensional, un fractal de fractales, o propiamente ¡un METAFRACTAL!
miércoles, 26 de septiembre de 2018
miércoles, 19 de septiembre de 2018
La Elegancia de Pablo Iglesias
Me complace en extremo comprobar la complejidad de la conducta humana, y tener ocasión de hacer un ejercicio de ecuanimidad intelectual señalándola positivamente en un personaje que está en mis antípodas ideológicas. (suponiendo que un teórico fractálico pueda tener antípodas ideológicas)
Lo que nadie negaba a Pablo Iglesias es su enorme capacidad de seducción. De vez en cuando sus excesos de entusiasmo (ojo a los picos maníacos, Don Pablo) le llevan a sacar los pies del tiesto, cosa que confieso que, para mi y para alguno más, ha sido motivo de regocijo. Pero esta vez tengo que reconocer que me ha sorprendido muy positivamente, cuando en medio de los consabidos y duros reproches que dirigieron al presidente saliente, en la habitual linea de su formación, Pablo Iglesias publicó un tweet con una valoración personal muy positiva de Rajoy, creo que la más positiva de cuantas se han dicho, incluso desde su propio partido, en la que destaco el "honor de haber sido su rival", y su "elegancia".
He aquí el tweet:,,
Lo que nadie negaba a Pablo Iglesias es su enorme capacidad de seducción. De vez en cuando sus excesos de entusiasmo (ojo a los picos maníacos, Don Pablo) le llevan a sacar los pies del tiesto, cosa que confieso que, para mi y para alguno más, ha sido motivo de regocijo. Pero esta vez tengo que reconocer que me ha sorprendido muy positivamente, cuando en medio de los consabidos y duros reproches que dirigieron al presidente saliente, en la habitual linea de su formación, Pablo Iglesias publicó un tweet con una valoración personal muy positiva de Rajoy, creo que la más positiva de cuantas se han dicho, incluso desde su propio partido, en la que destaco el "honor de haber sido su rival", y su "elegancia".
He aquí el tweet:,,
"Rajoy no se ha ido, le ha echado la gente que no perdió la esperanza y que no dejó de pedir una moción contra la corrupción. Con todo, se retira un político elegante e inteligente que sabía escuchar. Fue un honor ser su rival y combatirle políticamente. Se ganó mi respeto"
Una intervención realmente elegante, Don Pablo, se ha ganado Vd. mi respeto.
Pedro Sanchez necesita una Soraya
La retirada de la vicepresidenta ha suscitado diversos comentarios, que reflejan los sentimientos encontrados que suscita el personaje. Como sabe la selecta élite de lectores de este blog, estoy entre los simpatizantes de la pequeña gran mujer del gobierno de Rajoy. Me complace pues constatar que un elemento que comparten todos los comentarios es que, dejando aparte la cantidad de poder que llegó a acumular, y del uso que hiciera del mismo, lo que nadie le niega es su coraje, su capacidad de trabajo, y su enorme preparación.
Con los follones y descoordinaciones con los que se ha encontrado nuestro actual presidente y su gabinete, seguro que más de uno habrá suspirado "¡Ay Señor, y nuestra Soraya...¿cuando llegará?"
Con los follones y descoordinaciones con los que se ha encontrado nuestro actual presidente y su gabinete, seguro que más de uno habrá suspirado "¡Ay Señor, y nuestra Soraya...¿cuando llegará?"
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