sábado, 5 de marzo de 2016

Juliana y la fallida investidura

   Las pasiones, como las identidades, son propensas a la ciclotimia: atraviesan sus rachas,de entusiasmo, de lucidez, de congoja y de mal rollo.Yo ahora estoy en mi entusiasmo por los  análisis de Enric Juliana en La Vanguardia. Para mí es que es él es que está en racha; "sembrao" como se  dice por aquí, fino y con sentido del humor ¿se puede pedir más?
   No os perdáis el análisis de la sesión de a-vestidura del  viernes (4/3/16), en la Vanguardia  del sábado día 5. Por ejemplo lo que dice sobre la intervención de Pablo Iglesias:

Pablo Iglesias reparó su marco y lo pintó de color de rosa. Falta le hacía. El miércoles cayó en la trampa que le tendieron los jabalíes del grupo socialista y estropeó su intervención con un exceso de agresividad. (Todo grupo parlamentario tiene un cierto número de diputados chillones, cuya misión es desestabilizar a los oradores de los partidos adversarios). Consciente del error cometido, Iglesias comenzó ayer su intervención como si fuese un monologuista del Club de la Comedia. Arrancó algunas sonrisas y acabó proponiendo el Pacto del Beso a Sánchez. Y votó no. (En los pasillos estampó dos besos en las mejillas de Miquel Iceta, a petición de este). Podemos se halla en una compleja fase de ajuste, entre el inconformismo, la política pop, el leninismo electrónico y el realismo posmarxista. Íñigo Errejón acudió ayer al Congreso con chaqueta.

   ¡La política pop y el leninismo electrónico!. ¡ No me digáis que no es un crack el amigo Juliana!

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