Este Harari es un historiador Israelí que ha escrito un par de libros sobre la historia de la humanidad desenfadados, desmitificadores en cuanto a los cacareados catastrofismos, y de los que ha vendido cientos de miles de ejemplares. Siempre mola que un intelectual se haga millonario. El primero "SAPIENS" viene a ser otro relato sobre lo que se sabe de la prehistoria de la humanidad, pero muy bien narrado, destacando aspectos relevantes, y con un sentido del humor desenfadado aunque un punto resabiado. Por ejemplo, que el principal estímulo en la aparición del lenguaje fue el chismorreo (ojo, estamos hablando de quién hace qué, con quienes; o sea de las identidades sociales). Y otro; la llegada del homo Sapiens supone la desaparición de todos los animales de más de 50 kilos. Libros muy recomendables de los volveremos a hablar.
Pero ahora quiero trasladar un párrafo que considero de los más sorprendentes que he leído en los últimos años. Está al principio de su segundo libro "DEUS". He visto gente muy perturbada por esta sencilla constatación, que luego documenta con datos concretos a lo largo de unas cuantas páginas. No me enrollo más; juzgad vosotros mismos:
(Está hablando de las tres grandes calamidades que han azotado a la humanidad a lo largo de la historia: El hambre, la guerra (la violencia), y la enfermedad (las epidemias)...)
Por primera vez en la historia, hoy en día mueren más
personas por comer demasiado que por comer demasiado poco, más por vejez que
por una enfermedad infecciosa, y más por suicidio que por asesinato a mano de la
suma de soldados, terroristas y criminales. A principios del siglo XXI, el
humano medio tiene más probabilidades de morir de un atracón en un McDonald’s
que a consecuencia de una sequía, el ébola o un ataque de al-Qaeda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario