Lo
intolerable es que quieran reimplantar el término plebeyo,
inseparable del despotismo: "Podemos debe mantener su carácter de
fuerza plebeya", dice Montero.
Sólo un señorito universitario puede despreciar los siglos de lucha por la
igualdad y la libertad, el concepto de ciudadano que abolió el de plebeyo, impuesto, naturalmente, por el noble. En España, el pueblo llano siempre negó la
inferioridad de los pobres, por ser criaturas "a imagen y semejanza de
Dios". El castizo "nadie es más que nadie" alimenta la envidia
del pobre de espíritu, pero la gente de corazón noble y alma rica hizo suya esa
epopeya moral de la igualdad titulada Fuenteovejuna. Es la
raíz de la Constitución de Cádiz y de la soberanía popular como fuente de
legitimidad política.
Los
podemitas, cipayos de la casta
feudal separatista para liquidar la soberanía nacional
española, se dicen plebeyos para aplebeyarnos y dominarnos. Jamás, jamás,
jamás.
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