domingo, 30 de septiembre de 2012

Catalunya España 6

    Y va el bueno de Vidal Quadras y la lía en una cadena de conocida beligerancia conservadora. No sé como le habrá sentado a la directiva del PP esta salida de su díscolo diputado en Europa. ¡Pero tenía que ser él, que es catalán,  el que dijese explícitamente  lo de los militares!. En un artículo de la Vanguardia mencionan "todo tipo de amenazas, incluída la de los tanques..."  No sé si alguien más habrá mencionado el asunto. No parece. Curiosamente no encuentro ningún reflejo en la prensa. ¿será una falsa noticia?

     Mientras la oleada sigue efervescente, con pocas voces en Cataluña oponiéndose a la independencia, crece mi pesimista inquietud de que la secesió finalmente va a consumarse. ¿Que ocurrirá? Podemos intentar ver el lado positivo, y también probar suerte con nuestra capacidad de previsión. Si las cosas siguen como van, parece bastante probable que los catalanes van a hacer el referendum. No está tan claro que la opción independentista vaya a tener más de un 50%. Ni tampoco mucho menos. ¿Qué ocurrirá después? De cualquier forma vamos a tener casi media población encabronada con la situación que se cree. .. en fin, es muy difícil andar haciendo profecía. ¿Qué es lo positivo? Pues una que está muy interesante. De nuevo vamos a ser testigos de acontecimientos históricos. Otra es especular sobre lo que ocurriría si la secesión se consuma. ¿Empezarían a proponerse acuerdos bilaterales tipo continuidad de la liga alctual de futbol, y mi otras instituciones "peninsulares"?

    La crisis tiene a la gente muy cabreada, lo que promueve cada vez más movidas en la calle. El cabreo se canaliza fácilmente en posturas rupturistas, sean de tipo nacionalista, o de tipo antisistémico, lo cual no deja de ser una motivación espúrea a cada una de las opciones; ojo a eso. Recuerdo que hace muchos años salió un artículo en los medios batasunos del Euzkadi diciendo precisamente eso: que sabían muy bien que mucho del apoyo que recibían provenía de sectores a los que les iba más la marcha beligerante en si misma, que el sentimiento nacionalista. A lo mejor fue incluso un comunicado de ETA  ¿alguien lo recuerda?

     En cualquier caso espero ferviertemente que ni se platee la opción militar. Si el poder tiende a apoyarse en un estado de opinión mayoritario, estoy seguro de que tal no ocurrirá porque, al menos en lo que yo percibo, el personal español no está para nada, o casi nada, por esa movida. Hay cabreo, sarcasmo y también dolor...  Pero si la secesión se proclamase de forma irremediable creo que somos amplia mayoría los que diríamos "que se vayan" y ya está.

    

miércoles, 26 de septiembre de 2012

España Catalunya 5

    Por aquello de que los pecados que me preocupan son los de "los nuestros", cargo las tintas en estos comentarios en lo que no me gusta de la parte española. Parecería que estoy de acuerdo con los catalanes y su reivindicación. Por eso quiero ahora comentar un aspecto que, desde un punto de vista sistémico, me parece profundamente injusto por parte de los catalanes.

     Pero antes quiero constar que me siguen haciendo gracia  algunas de las argumentaciones que se hacen desde el "lado español", en la linea de que no pueden independizarse porque no lo permite la constitución; como han señalado hoy (26/09/12) en "Julia en la Onda" (que se hace en Barcelona, con la  propia Julia  bastante ecuánime, hay que decirlo), si finalmente se proclaman independientes lo último que les va a preocupar es lo que diga la Constitución espanyola. Y me temo que, a esas alturas, a nosostros también.

   Otra curiosidad de la que nadie habla, en ninguno de los sentidos: ¿hay entre los militares alguna inquietud en el sentido de intervenir si tal cosa llegara a ocurrir?. Seguro que alguna hay, espero que perfectamente controlada.

     Bueno, vamos a lo de los catalanes. Ya comenté los episodios relatados por Pierre Villar de los diputados catalanes defendiendo la unidad de España (véase la entrada: "Catalunya España 1"); no alucineis, era básicamente una cuestión de mercado, aunque tal vez no sólo. El propio Villar relata que no siempre se salían con la suya pero, puesto que en Madrid tampoco eran tontos, sí lo hacían con frecuencia. La revolución industrial se estaba haciendo básicamente en Cataluña y en el País Vasco, y el gobierno central, la corona, comprendía que había que promoverlo. El análisis de Villar es que la desgracia de Cataluña y de España es que esa Revolución Industrial, liderada por los catalanes, no pudo completarse; no pudieron con las viejas estructuras del moribundo imperio. Ese intento se corresponde, a grandes rasgos con la Primera República, donde significativamente, los únicos que no plantearon problemas secesionistas fueron precisamente.... ¡lo catalanes!.

     Cataluña pues se convirtió en la gran zona industrial de España. No es que se aprovechasen, pues su prosperidad nos beneficiaba a todos. Pero a ellos también, y en mayor medida. La coyuntura histórica y geográfica crea la demanda de una zona industruial, a la que respondió Cataluña. Si no hubiera sido ella, habría sido cualquier otra zona de España, ojo a eso, aunque tal vez no lo hubieran hecho tan bien. Así que en definitiva mucha de su prosperidad se debe a su vinculación sistémica (o económica) con España, en cuyo territorio hicieron (y siguen haciendo) buenos negocios.

     Visto así, catalanes, no me parece muy correcto que, ahora que las cosas van mal, digáis, " Apa adeu, aquí us quedeu", y os larguéis con las buenas pesetas que habéis  ganado  durante un par de siglos. Vale, vale. La vida es como es, y tal vez los españoles tampoco hemos estado muy hábiles. Pero por lo menos, dejad esa muletilla del muchísimo dinero que os debemos, porque además los flujos presupuestarios  explícitos, también están las balanzas comerciales históricas.

lunes, 24 de septiembre de 2012

catalunya españa 4

   En la gestión que se hace desde "el resto de España" del tema de Cataluña, hay otro matiz que tampoco me gusta: el de las amenazas. "Si os separáis vais a perder dinero..."   "Si os separáis no os van a admitir en Europa..."

    Aparte que amenazar en sí mismo me parece de pésimo gusto, está el cariz de semejante  advertencia. ¿Acaso les estamos diciendo a los catalanes que deben permanecer con nosotros porque es un buen negocio?  ¿Que deben quedarse con nosotros POR DINERO?. Supongo que los genios que esgrimen tales razones harán después chistes sobre la codicia de los catalanes.   No nos extrañe luego que efectivamente lo hagan, que se queden con nosotros por dinero, pensando con razón que es lo que merecemos.

     La situación se parece un poco a cuando nuestra pareja nos dice que quiere cortar. Es verdad que si es una amenaza es de pésimo gusto; y que si se hace como maniobra de poder, es odiosa. Pero si resulta que  lo que ocurre es que sus sentimientos no son acordes con los nuestros, y que ella no se siente escuchada por nosotros,  lo peor que podemos hacer es enfadarnos,  recurrir al chantaje emocional, y menos aún cachondearnos. Es una situación jodidísima en la que lo que lo único que cabe es decir: "Haz lo que tengas que hacer, pero no andes amenazando...". O si lo queréis más torero: "Ahí está la puerta; vete cuando quieras". Aparte, naturalmente de atender a lo que de justo pueda haber en su reclamación,  suponiendo que queremos mantener la relación y estemos a tiempo de hacerlo.

     Como dice Jung,  dentro que cada uno hay muchos yoes, y con frecuencia mal avenidos. Cuando son compartidos devienen en entidades con vida propia a las que  llamó arquetipos, otrore demiurgos de diverso cariz (Véase la página "Job de Jung").  Insisto en que no me interesan los ángeles o demonios que estén llevando a los catalanes a esta historia. Allá ellos. Me interesan los nuestros.  Especialmente el del poder, que dicta que todo se vale, con tal de salirnos con la nuestra.

        No todo se vale. Es muy sencillo: yo no quiero estar con quien no quiere estar conmigo.

        Si os vais, catalanes, será para mi un desgarro; tendré que sobrevivir al duelo y a la depresión, pues hay mucho de vostros en mi; no en vano he vivido treintaypico años en Barcelona, ciudad mágica donde las haya. Tambien soy un poco catalán. Y sé que vosotros también pasareis lo vuestro, porque también sé que hay mucho de nostoros en vosotros.

    Pero si está escrito que habeis de dejarnos, hacedlo con decisión sin que os asusten amenazas ni advertencias.

     Y si, por el contrario, felizmente halláis la manera de permanezcamos unidos, que sea porque así lo desea vuestro corazón, y no por motivos  de mercados o banderías.

Catalunya España 3


      Acabo de oír el cabreo de Enric Juliana en Onda Cero. El hombre se ha exaltado un poco, cosa que no suele ocurrir, y solo al final ha pedido disculpas. Lo interpreto dentro de un manejo emocional del asunto que me sigue pareciendo inapropiado. Creo que ahí Carlos Herrera, normalmente bastante comedido, tiene parte de culpa, porque abusa, en el tema del separatismo de Catalunya, de un exceso de descalificación via cachondeo ("Ahora en Cataluña ser separatista es lo coool..."). Después de tragar las coñas "del jefe" me imagino que Enric ha explotado en demasía con el otro contertulio.

   Quiero suponer que tomarse la cuestión a cachondeo es un intento de quitarle hierro al asunto. Pero me temo que va demasiado dirigido a la parroquia "españolista", entre la que por cierto me encuentro. Pero una cosa es eso, y otra cosa, como ya he dicho en las anteriores entradas sobre el tema, es dedicarse a "deslegitimar" al otro. Es como cuando los partidos hacen comunicados dedicados a su propia parroquia; a la gente le parece muy bien, pero desde el punto de vista relacional no hace sino crispar las cosas. 

     Torpe como soy en informática, me ha costado un poco pergeñar el esquema básico de identidades en este asunto. Helo aquí:
     La cuestión es tan sencilla como que todos, TODOS, asumamos que las cosas son así, y que todos tenemos derecho a expresar nuestra opción (que no tiene porqué coincidir con el juego de identidades interno; ese es otro tema, que ya abordaré). 
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      Ya sé que los catalanes también hacen bastante demagogia, y manipulación, con el tema. También los hay muy cabales y honestos. En todo caso eso no me preocupa, porque como tales (CnoE) no són los míos.  Lo que si me preocupa  es lo que hacen los míos. Y me preocupa que, en la gestión de nuestro enfado, y nuestro despecho, no hagamos sino echar más leña al fuego.

     Ahí Juliana tiene razón. Tomarse a cachondeo el anhelo separatista no sé si es buena idea. Y si bien Herrera puede tener razón en que haya algo de "pose" y de manipulación en esta oleada de separatismo que inunda Catalunya, no todo es pose, ni todo manipulación. Y deslegitimarlo me temo que más bien contribuye a incrementar esos sentimientos. 

El significado del esquema identitario es:

EnoC = Españoles no Catalanes; el ”resto de los españoles”
CyE   =  Catalanes y españoles; es decir los que sienten ambas identidades
CnoE =  Catalanes que no se sienten españoles.



jueves, 20 de septiembre de 2012

Crisis, Platón y Cristianismo

     Acabo de leer un libro formidable: "Paganos y Cristianos en una época de angustia", que describe la crisis que hubo en el Imperio Romano sobre el siglo III; una crisis económica, política, psicológica y religiosa, que se manifestaba en actitudes y sentimientos extraordinariamente depresivos, pesimistas, incluso autolesivos, tanto entre los paganos como entre los cristianos.... muy, pero requete muy interesante. El libro se deja leer muy bien, y el autor, E.R. DODDS, parece que es un crack en cultura clásica; además no es cristiano, pero tampoco está en contra, por lo que parece bastante fiable . Os lo recomiendo encarecidamente.

     Entre otras cosas menciona las polémicas entre filósofos paganos y cristianos,  algunas muy brillantes por ambas partes. La filosofía predominante era el Neoplatonismo, cuyo refinamiento ha sido una revelación para mi , y el Cristianismo  era la religión pujante, que amenazaba las religión clásica. Una de las polémicas más famosas fue entre el pagano Celso y el cristiano Orígenes. (p. 158); sobre ella nos cuenta Dodds:

     "Celso encuentra trivial la ética cristiana, pues "no contiene doctrina alguna que impresione o sea nueva"; el consejo de poner la otra mejilla es muy viejo, y lo expresó mucho mejor Platón. Orígenes por su parte no lo niega; la diferencia está, afirma, en que los predicadores cristianos “cocinan para la multitud”, mientras que Platón sazona el mismo plato para agradar a los nobles. Admira a Platón seguramente tanto como Celso, pero a Platón solo lo leen los ilustrados. De hecho, parece sugerir en ocasiones que el cristianismo es un platonismo para todos".

     Yo siempre había pensado que lo de la otra mejilla era la gran aportación del cristianismo a la Ética humana (Véase la página "El corazón del conflicto")… y me ha sorprendido mucho esto que cuenta Dodds, que además  dice que ya entonces era un precepto muy viejo. El libro entero es una pasada; no tiene desperdicio.

Por mi parte me he quedado intrigado con la "antigüedad" del famoso precepto.

¿Alguien sabe donde dice Platón lo de “poner la otra mejilla”


ADDENDA:
   Aventurillas cibernéticas: Me he metido en un foro de filosofía, y aparte de ser muy interesante en si mismo, he sacado en claro algunas cosillas: Parece que el precepto había sido dicho muchas veces. Un "tertuliano" me dice que en Gorgias se dice varias veces en boca de Sócrates; no lo he comprobado. Sí lo he hecho en Critón, que por cierto me ha sorprendido muchísmo: Un texto sobre el deber y la ley verdaderamente conmovedor (Criton, cuando Socrates está esperando a cumplir su sentiencia, intenta convencerlo de que se fuge; Sócrates se niega en redondo, diciendo que se ha pasado la vida predicando el cumplimiento de la ley, y no se lo va a saltar ahora porque su precepto no le guste. Que el precepto sea un error humano es secundario.) Allí lo que dice es que hay que contestar al mal con el bien. Si teneis curiosidad el foro es:
http://www.sofosagora.net/filosofia-general/platon-otra-mejilla-t2228-20.html


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Catalunya España 2

Estamos entrando en escalada, y me temo, por la parte que nos toca, que nosotros la estamos cagando. No sé si  dedicarnos a decirles a los catalanes que NO PUEDEN independizarse, que eso es una quimera, que no les van a dejar entrar en Europa,,, etc, es la mejor manera de apaciguar esta hoguera. Desde luego, si yo fuera catalán reaccionaría diciendo "¿que nó?  pueas ahora por mis cojones...!!!"

     Pero a lo mejor soy muy ingenuo.

     A mi la postura que me molaría es: "¿quereis iros... pues cuando querais; ahí está la puerta".  Pocos son los comentaristas que van por esa dirección, aunque me ha sorprendido  oir a uno de ellos que por ahí hay una encuesta por la que más de la mitad de los españoles estarían de acuerdo en que se indepencizasen los catalanes. Una especie de "¡que se vayan de una vez y nos dejen en paz!"

   Lo que pasa es que, claro, no es tan fácil. Lo contundente; que economica y políticamente perderíamos todos.

     Pero psicologicamente me parece una reacción interesante: no tener miedo a la separación.

      Por lo que respecta a ellos, siempre están con la cantinela de que en España solo encuentran burlas e insultos. Algo hay de cierto ( a mi no me parece que sea masivo)... pero ¿en que términos se habla ahí de España.

     Hay una bromita a la que no me resisto: los catalanes, si se separan, tendrán una pérdida adicional; la de no tener a quién echarle las culpas. Que no es poco; recordad el "modelo de la rata pringada"

sábado, 15 de septiembre de 2012

catalunya españa 1


        Lo difícil es no ceder a la escalada emocional. A la escalada negativa, consistente en la acumulación de reproches, progresivamente más dolorosos. ¿No hay nadie, en ambos bandos, sí, bandos, que se dedique a señalar los aspectos amorosos de esta relación?

     Ante todo un poco de psicología, imprescindible. La identidad, por sorprendente que parezca, ni es algo unitario, ni es una cuestión de todo o nada. Se puede ser mucho, algo, poco o nada español o catalán. Eso viene de la teoría de la Identidad social, y de la Psicología profunda. Si elevamos el fenómeno a nivel social, pasando a un nivel estadístico, nos resulta una sencilla figura de intersección de conjuntos, con tres zonas: C noE (separatistas); E noC (españolistas) ; C y E (integracionistas).    Lo curioso es que ese esquema no solo es social, sino también individual. Las tres “identidades” estarán en todos los afectados, solo que en diferentes proporciones. Ese es el desgarro que todo este asunto produce. La manifestación externa será en cualquiera de los grupos; pero interiormente todas la identidades estarán, en mayor o menor grado, en todos  (o en casi todos). Lo que no quiere decir que uno pueda optar por uno u otro.

   Los separatistas no quieren ser españoles; o no se sienten españoles. Y por supuesto tienen todo su derecho... y sus motivos. ¡dejémonos de una vez de desligitimarnos mutuamente!. Vaya por delante que Yo soy integracionista; soy español, e ideológicamente mas bien conservador. Me gusta pensar en Cataluña como una parte de España, pero tambien que teneis derecho a la autodeterminación. Por supuesto que creo que teneis derecho a la autodeterminación; solo pido mi derecho a a lo contrario, a considerar a Catalunya como una parte de España. Digamos que estoy en la intersección (C y E).

   Lo que pasa es que no es tán fácil; históricamente la imbricación entre ambas identidades es muy antigua y muy compleja. Y por tanto también económicamente. Por ejemplo, creo que es demagógico ese planteamiento de que Catalunya da más de lo que recibe…  Claro, presupuestariamente seguro que es así. Pero desde una visión económica global ¿estáis seguros de que dais más de lo que recibís?  Pierre Villar relata como, a mediados del siglo pasado, los diputados catalanes, cuando se trataba de defender el mercado, apelaban a la “sagrada unidad de la patria” refiriéndose a Espanya. Lo que abunda en el tradicional reproche de los españolistas de que los catalanes solo están “por la peseta”.

  Un libro muy importante, el de Villar. Tenemos el honor, unos y otros, que una de las obras maestras de la ciencia histórica contemporánea trate sobre este follón que nos traemos<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->.

    Yo sé de la perfecta connivencia, e incluso amor,  que hay entre las dos identidades, especialmente en los sectores más intelectuales. Algunas imágenes: mi padre, un andaluz bastante resabiado y cultivado, no paraba de criticar a los catalanes. Después de fallecer le pregunté a mi madre que ´”¿porqué papá se vino a vivir a Barcelona?” Me contestó que él admiraba mucho a los catalanes: su civismo y su sentido de la responsabilidad y del trabajo. Se vino cuando sus hijos mayores alcanzaron la edad de ir a la Universidad. Recuerdo a mi amigo B (le preguntaré si me autoriza a citarlo), catalán sombrío de las fragosas comarcas gerundenses, y muy culto, leyéndome poemas de Machado sobre los campos de castilla.  Otro que tal, este de LLeida, cantándome zarzuelas  que conocía al dedillo porque su padre formaba parte de un grupo que se dedicaba a cantarlas. Y Peret;  y Serrat;  y Carmen Amaya…  ¡Y “Los Manolos” reinterpretando a los Beatles en el 92!

    …Me doy cuenta de que las imágenes tienden a favorecer el amor de ellos, a nosotros..lo cual también es circunstancial, porque el hecho es que yo he vivido 30 y pico años en Barcelona. Por eso he puesto en primer lugar lo de mi padre, porque es significativo de lo que pasa entre muchos españoles, creo que más cuanto más cultivados. Intentaré explicarme.

    Hay que partir de la maltrecha identidad española. El mejor resumen lo he encontrado en Cioran: España no ha ganado una guerra desde los tiempos de Felipe II. Un secular complejo de inferioridad frente a los europeos que fácilmente se disfraza de chulería. Pero es un hecho que tendemos a valorar los productos extranjeros como mejores que los españoles. En ese sentido para muchos españoles Cataluña era lo que nos redimía. Decir que un producto es catalán, es como un intermedio entre el habitual desastre nacional, y la Europa que querríamos ser; es decir se suele decir con la connotación de que es mejor.

   Pero esa maltrecha identidad ¡Ay! hace que con demasiada frecuencia, nos atrincheremos en el desdén y la autosuficiencia.

    Acabo por ahora. Ese es el quid, lo que nadie dice …explícitamente. El único argumento verdaderamente válido para oponernos a vuestra independencia:  el mucho amor que en realidad, os tenemos. Como muchos españoles pienso que en muchos aspectos Cataluña, perdón Catalunya, es lo mejor de España, y si os vais será como si se fuera el mejor de nuestros hermanos; aquél con el que tenemos bronca todos los días, pero el más brillante, el que nos hace las cuentas y la declaración de hacienda, el que sabe como funciona el vídeo, y el que da la cara con los de afuera… Un verdadero desgarro.

    Pero si tenemos que separarnos, pues nos joderemos ¿Qué le vamos a hacer?  

<!--[if !supportFootnotes]-->    (El asunto da para más imágenes, más reflexiones, y para desbrozar más distorsiones. Queden para otra entrada)

<!--[endif]-->
<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> Pierre Villar. Cataluña en la España moderna. El  original es francés. La traducción  catalána es más antigua, en edicions 62.